miércoles, 14 de mayo de 2014

Desodorantes: los peligros de la piedra de alumbre y la alternativa ecológica

Tras los numerosos estudios que relacionan la presencia de aluminio en el cuerpo con el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, en 2005 la Dr. Philippa Darbre demuestra en su estudio Aluminium, antiperspirants and breast cancer (1) que la absorción dérmica del clorhidrato de aluminio o cloruro de aluminio que contienen los desodorantes puede interferir en la función de los receptores estrógenos de las ciertas células de cáncer de mama humano.

La divulgación de esta información extiende la preocupación entre los consumidores -y especialmente las consumidoras- de desodorantes con aluminio y las alternativas ecológicas no tardan en proponerse. La más conocida y exitosa a día de hoy es la piedra o mineral de alumbre.

¿Qué es la piedra de alumbre?


El alumbre de potasio (potassium alum, la piedra de alumbre natural) es un sulfato doble de aluminio y potasio. En el mercado coexisten dos tipos diferentes de piedra de alumbre, la natural (INCI: potassium alum), y la sintética (INCI: ammonium alum): para diferenciarlas basta con echar un ojo a la etiqueta trasera. Así, el mineral de alumbre, a diferencia de los desodorantes convencionales, no contiene clorhidrato de aluminio. Sin embargo, tanto en su forma natural como en su forma sintética contiene un 5% de sales de aluminio.

Los productores de piedra de alumbre -cuya primera preocupación es la de vender su producto- defienden la inocuidad de la piedra de alumbre alegando que se trata de un producto natural y que las moléculas de aluminio presentes en él son demasiado grandes para ser absorbidas por la piel además de presentar una carga negativa que también impediría su absorción cutánea.

Lo cierto es que no existe ningún estudio que respalde los argumentos de los defensores de la piedra de alumbre, pero sí varios académicos que han señalado la nocividad de los desodorantes de piedra de alumbre y su escasa diferencia respecto a los desodorantes convencionales. Según el Dr. Olivier Guillard, investigador en bioquímica y toxicología en la Universidad de Poitiers: "no porque una sustancia sea natural deja de poseer las propiedades de las sales de aluminio fabricadas y comercializadas por la industria química. Esta sal doble (el alumbre) presenta potencialmente los mismos riesgos de toxicidad que todas las sales de aluminio" (2). En la misma línea, Roger Deloncle, profesor de toxicología y especialista en química mineral de la Universidad de Tours, afirma: “al aplicar la piedra de alumbre sobre una piel humedecida por la sudor o al mojarla, el alumbre se disolverá como sucede con todas las sales de aluminio” (3). También el Dr. Chris Exley, profesor de química inorgánica en la universidad de Keele, nos advierte de sus riesgos añadiendo a propósito de un estudio sobre la relación entre el aluminio y el cáncer de mama: “el aluminio encontrado en el tejido mamario puede provenir tanto de esos productos naturales a base de aluminio como de antitranspirantes convencionales” (4). Según la valiosa opinión de los expertos pues, ningún producto que contenga aluminio en cualquiera de sus formas es seguro y no debería utilizarse como desodorante.

La alternativa verde: DIY


Si bien los desodorantes a base de aluminio no son una opción para nosotr@s, consumidor@s concienzud@s, algunas marcas bio como Weleda, proponen desodorantes, en espray u otros formatos, sin aluminio que no representan ningún riesgo para la salud. El coste de estos desodorantes, sin embargo, suele ser ligeramente más elevado que el de sus homólogos tóxicos.

Y por supuesto, quien quiera un desodorante ecológico, sin riesgos y económico siempre puede optar por la mejor opción: la opción DIY. He aquí mi receta de desodorante ecológico en crema:

1. Mezclar:
  • 3 cucharadas de bicarbonato de sodio
  • 2 cucharadas de carbonato de magnesio (lo encontraréis en tiendas de deporte, sección de escalada)
  • 1 cucharada de harina de maíz bio

2. Añadir glicerina vegetal hasta conseguir la textura cremosa deseada (cuanto más espesa más concentrado será el desodorante.

3. Añadir aceites esenciales al gusto. Para los casos de mucha transpiración el mejor aceite esencial es el de palmarrosa, también muy efectivo combinado con aceite esencial de limón.

Este desodorante se conserva sin problemas y podéis envasarlo en cualquier recipiente, hay que aplicarlo al salir de la ducha, sobre axilas secas o mojadas y la cantidad necesaria variará dependiendo de las necesidades de absorción de cada un@.





Citaciones:

1. Darbre, P. D. “Aluminium, antiperspirants and breast cancer". Journal of Inorganic Biochemistry, 99, 2005.
2. La pierre d'alun potentiellement nocive pour l'homme? Blog au naturel. 11-06-2012.
3. N'Sondé, V. Wallaert, C. "Des soupçons aussi autour de la pierre d'alun".  60 millions de consommateurs, n°470, avril 2012. p. 29

miércoles, 30 de abril de 2014

Acondicionador ecológico DIY

Para poder desenredar el cabello largo con suavidad, es muy recomendable utilizar un acondicionador: el cabello mojado es mucho más frágil que el seco, y al peinarlo se rompe mucho más. Desenredarlo con un acondicionador en la ducha permite limitar la rotura y el desgaste.



Sin embargo, no es fácil encontrar un acondicionador ecológico con una composición impecable. Marcas cuyos champús son muy recomendables, como es el caso de Desert Essence, utilizan BTMS o quats en los acondicionadores: ingredientes oclusivos (con efecto similar al de las siliconas), no hidrosolubles y contaminantes.



La marca Avalon Organics propone un amplio surtido de acondicionadores ecológicos de muy buena calidad, sin ingredientes oclusivos ni contaminantes. Podéis adquirirlos aquí y utilizar el código de descuento CGZ524.






Y para quienes prefieran una opción todavía más natural y económica, os propongo una receta de acondicionador ecológico casero de avena y miel.


Necesitarás:


-Medio vaso de copos de avena
-Dos vasos de agua mineral
-El zumo de medio limón
-Una cucharada de miel
-Media cucharadita de vinagre
-Aceites esenciales al gusto (yo utilizo bergamota & ylang-ylang)
-Un colador muy fino


Instrucciones:


  1. Poner a hervir el agua y añadir los copos de avena en plena ebullición.
  2. Dejar hervir a fuego medio hasta que el agua se reduzca y los copos de avena suelten todo su almidón formando una mezcla pastosa (15-20 min).
  3. Pasar por el colador la mezcla aún caliente y dejarla enfriar en un bol.
  4. Añadir el zumo de limón, la miel, el vinagre, los aceites esenciales y remover bien.
  5. Envasar y guardar en el frigorífico.

Este acondicionador se puede conservar en el frigorífico de 1 a 2 semanas. Si quieres conservarlo durante más tiempo o fuera del frigorífico, puedes utilizar algún conservador seguro como el benzyl alcohol. Para una efectividad óptima, tendrás que utilizarlo en mayor cantidad que los acondicionadores de compra: llénate bien la mano y utilízalo sin moderación.  

sábado, 26 de abril de 2014

El cuidado ecológico del rostro

Las grandes marcas cosméticas se empeñan en hacernos creer que necesitamos invertir en cremas, sérums y demás productos de cuidado facial para tener una piel radiante. Lo cierto, es que estos productos que nos presentan como milagrosos e imprescindibles, en realidad son muy prescindibles. Las cremas hidratantes del mercado tienen una concentración ínfima de principios activos: por lo general se componen de un 65% de agua, que junto con los ingredientes destinados a aportar textura, fragancia y color, en su mayor parte derivados del petróleo (aceite mineral, siliconas, parafinas...), dejan muy poco espacio a los ingredientes activos que a menudo se reducen a un 1%. La falta de efectividad real del producto se ve compensada con la inmediata efectividad aparente de elementos oclusivos como las siliconas, cuyos falsos efectos desaparecen con ellas.


La alternativa a malgastar el dinero en productos petrolíferos, es utilizar materias primas ecológicas, o productos de cosmética ecológica elaborados a base de esas materias primas y con altos porcentajes de principios activos. Las certificaciones ecológicas en un producto cosmético son una garantía de que no se han añadido ingredientes derivados del petróleo, tóxicos, nocivos o contaminantes y de que los ingredientes naturales utilizados proceden de cultivos sin pesticidas y no han sido modificados genéticamente.

Lo cierto es que tener una piel sana no resulta tan caro como algunas marcas quieren hacernos creer, unos pocos ingredientes naturales adecuados para tu tipo de piel bastan para brindarle todos los cuidados necesarios. Si quieres saber cómo cuidar la piel de tu rostro de manera efectiva, ecológica y económica continúa leyendo.

Una rutina facial efectiva, ecológica y económica



Limpiar


Para limpiar tu rostro puedes utilizar algo tan simple como es el jabón. El jabón de Aleponatural que podrás encontrar y es ideal para pieles normales y grasas. Sin embargo, esta jabón puede resecar aún mas las pieles secas. Si es tu caso, puedes sustituirlo por otro más nutritivo como eles el más jabón de karité.

Para desmaquillarte, un aceite vegetal, como el de almendra dulce (o cualquier otro que tengas por casa) funcionará mucho mejor que cualquier producto desmaquillante que puedas encontrar.



Exfoliar


No vale la pena malgastar un duro en exfoliante cuando el mejor lo puedes sacar de tu despensa. Mezcla una cucharada de miel con una cucharada de poso de café y límpiate bien el rostro con la mezcla. La textura de este exfoliante es inmejorable. Puedes dejarla reposar un ratito, pues también funciona genial como mascarilla gracias a las beneficiosas propiedades de la combinación de miel y café. Si no tomas café puedes sustituirlo por azúcar, pero el poso de café es mucho más adecuado para el rostro por su suave textura.



Hidratar


Como crema hidratante diaria para rostro + contorno de ojos yo utilizo una nuez de gel puro de aloe vera con unas gotitas de aceite vegetal de almendra dulce. Me da resultados mucho mejores que las cremas faciales de farmacia que utilizaba antes de pasarme al verde. El aceite de almendra dulce es particularmente recomendable para pieles normales y sensibles, pero puedes cambiar el aceite por uno adaptado a tu tipo de piel: avellana o jojoba (pieles grasas), oliva o aguacate (pieles secas), rosa mosqueta o argán (pieles maduras). Si tienes problemas de acné, también puedes añadir a la mezcla una gotita de aceite esencial de tea-tree (no abuses de él).

Si prefieres una crema hidratante, por lo práctico que resulta o porque necesitas una hidratación más intensa, puedes decantarte por alguna de las que propongo a continuación, con composiciones impecables y a precios abordables:

Bálsamos hidratantes de Matarrania: piel seca, piel mixta y piel sensible. Están fabricados con un 100% de ingredientes naturales y procedentes de la agricultura ecológica: solo a base de aceites vegetales y esenciales y cera de abeja, sin agua. La concentración de principio activo es elevadísima. Los precios oscilan entre los 14'70 y los 17'35€. En su página web puedes encontrar los puntos de venta, o si lo prefieres puedes adquirirlas en la tienda online admiracosmetics, gastos de envío gratuitos a España.



Cremas hidratantes Essential Care: de rosa para todo tipo de pieles o de aguacate para pieles secas. Una crema con excelente composición y con un 95% de contenido procedente de la agricultura ecológica. Su textura es más versátil que la de los bálsamos Matarrania: de base acuosa, es una crema ligera, que la piel absorbe con facilidad. Sin duda convendrá más a las pieles grasas, o a quienes prefieran este tipo de textura. Podéis encontrarla en la tienda online naturisimo por unos 23€ los 50ml, gastos de envío gratuitos a todo el mundo.



Tonificar

Como tónico la mejor opción son las aguas florales en espray: hidratan, refrescan y tienen un suave aroma dulce maravilloso. Se encuentran fácilmente en tiendas bio, pero si prefieres una opción más económica puedes fabricar tu propio espray dejando enfriar una infusión de tomillo (pieles grasas y acnéicas) o de camomila (todo tipo de pieles). Una vez fría la puedes vaporizar sobre el rostro, como un agua floral.


Mascarillas


Para hidratar y nutrir la piel de tu rostro en profundidad o purificarla y deshacerte del exceso de grasa, de vez en cuando puedes aplicarte una mascarilla (máximo una vez por semana). Aquí tienes algunas ideas para preparar una mascarilla con ingredientes frescos y cargada de principios activos naturales.

Mascarilla hidratante para todo tipo de pieles: 1 cucharada de yogur + 1 cucharada de miel + 1 cucharadita de aceite de almendra dulce. (10 minutos)
+ Sustituir el aceite de almendra dulce por aceite de avellana o jojoba para pieles grasas y mixtas, por aceite de oliva para pieles secas y por aceite de rosa mosqueta para pieles maduras.

Mascarilla purificante para pieles grasas y acnéicas: Arcilla verde + el agua de infusión de tomillo y manzanilla + 2 gotitas de aceite esencial de tea-tree. (10 minutos)

Mascarilla nutritiva para pieles secas: medio aguacate + 1 cucharada de miel + 1 cucharada de aceite de oliva. (30 minutos)



El tea-tree: adiós al acné

Si tienes problemas de acné el aceite esencial de tea-tree es la solución. Es uno de los pocos aceites esenciales, junto con el de lavanda que se pueden aplicar directamente sobre la piel. Eso sí, utilízalo con moderación. Puedes echarlo en tu crema hidratante o mascarillas o directamente encima del granito, que se secará y caerá.  

viernes, 25 de abril de 2014

Pásate al rojo con la henna


¿Qué es la henna?


La henna (Lawsonia Inermis) es un arbusto nativo de zonas tropicales y semiáridas del norte de África, Asia occidental y meridional y Oceanía. El polvo preparado con las hojas de la henna ha servido desde la antigüedad para decorar el cuerpo y teñir el cabello o los tejidos de seda, lana y piel. En la actualidad, la henna sigue siendo el tinte más popular en cosmética ecológica.


¿Cuál es diferencia entre una coloración natural con henna y una coloración química?


La lawsona es un pigmento rojo anaranjado presente a un 1'3 – 1'5% en la planta de la henna (Lawsonia Inermis). Cuando la lawsona entra en contacto con la proteína queratina, se produce una reacción química que adhiere el pigmento a la proteína queratina resultando en un tinte permanente rojo-anaranjado.

Las coloraciones químicas por oxidación consisten en aplicar una mezcla de pigmento a un oxidante. Esta mezcla produce una reacción química muy alcalina que provoca que las escamas de la fibra capilar se levanten, lo que permite entrar a los pigmentos sintéticos y reemplazar los pigmentos naturales.

Así, la coloración natural actúa como un film superpuesto a la fibra capilar sin modificarla: los pigmentos de color no substituyen a los pigmentos naturales, sino que se superponen a ellos. En cambio, la coloración por oxidación modifica la fibra capilar desde el interior, dejando las escamas de queratina dañadas. Aquí tenéis una explicación más visual:




¿Qué henna utilizar? La henna BAQ


Asegúrate de utilizar una henna de calidad BAQ (Body Art Quality). La henna BAQ tiene una alta concentración de lawsona, está muy bien molida y tamizada: su polvo es muy fino y es 100% pura, es decir solo contiene Lawsonia Inermis.

He aquí algunas de las mejores hennas BAQ

Henna Tazarine: Mi favorita. La henna del Sáhara, de un rojo cálido con reflejos cobrizos.

Henna del Yemen: Henna con alto contenido en lawsona, muy colorante, de un caoba intenso y oscuro.

Henna de Rajasthan: Henna de color de un caoba cobrizo medio (entre la Tazarine y la Yemen)

Henna Jamila: Henna de Paksitán, de color oscuro e intenso.

La henna (Lawsonia Inermis) solo puede teñir el cabello de distintos tonos de rojo (dependiendo de la cantidad de pigmento que contenga). Las popularmente llamadas hennas negras, castañas o rubias, no son propiamente henna, sino otros polvos naturales colorantes (o mezclas de ellos) como índigo, que actúan del mismo modo que la henna y que pueden mezclarse a ella para conseguir el color deseado.


¿Dónde encontrarlas?


Yo compro mi Tazarine en un mercado árabe por 2€. Aquí en Francia es muy fácil de encontrar. Puedes probar en mercadillos o tiendas con productos árabes y si no la encuentras siempre queda la opción de encargarla por internet. Hay dos sitios franceses que realizan pedidos a España con gastos de envío a partir de 4€, con hennas de muy buena calidad a precios muy económicos:



¿Qué henna evitar?


Algunas marcas comercializan hennas de mala calidad: mal molidas o tamizadas, que han perdido su pigmento. Para reforzar el pigmento perdido por el polvo natural, estas marcas le añaden a su producto sales metálicas como es el Sodium Picramate. El Sodium Picramate es una sal metálica con un pigmento rojo intenso altamente tóxica y explosiva.

Una de las hennas más fáciles de encontrar en España es la de la marca barcelonesa Radhe Shyam. Pese a ser comercializada en herbolarios, y a un precio más alto que muchas de las hennas BAQ, se trata de una henna de pésima calidad. He aquí la composición de su henna caoba:

Ingredientes: Cassia Obovata, Lawsonia Inermis, Sodium Picramate.

El ingrediente que contiene en más cantidad es la Cassia Obovata (popularmente conocida como henna neutra). ¿Qué sentido tiene que unos polvos colorantes caoba contengan más henna neutra que henna propiamente caoba? Esta henna además tiene un polvo mal molido que produce una pasta mucho más granulosa que la de las hennas BAQ. En definitiva, si esta henna colorea el cabello, no es gracias a la lawsona, que contiene en ínfima cantidad, sino al Sodium Picramate.


¿Puedo utilizar henna tras una coloración por oxidación?


Existe la creencia de que la henna es incompatible con la coloración por oxidación y que su combinación puede tener efectos nefastos, como dejarte el pelo verde. Destruyamos el mito: no es la henna, es decir la Lawsonia Inermis en si la que puede presentar una mala interacción con los restos químicos de la coloración por oxidación, sino las sales metálicas que algunas hennas de mala calidad contienen.

Las sales metálicas, como el Sodium Picramate, en contacto con el agua oxigenada y el amoniaco producen una reacción química exotérmica literalmente explosiva que irrita el cuero cabelludo y estropea la fibra capilar y altera su color:  hablando en plata, te deja el pelo verde y chamuscado.

Si por el contrario utilizas una henna de calidad BAQ, únicamente a base de lawsonia, tu melena no corre ningún peligro. 

jueves, 24 de abril de 2014

El cuidado ecológico del cabello



Las 3 reglas de oro para un cabello bonito y saludable.



  1. Conoce la naturaleza de tu cabello y respétala.

Los agresivos productos cosméticos convencionales, las visitas a la peluquería, las permanentes, los alisados, los tintes... esconden la verdadera naturaleza de tu cabello hasta el punto de hacerte olvidarte de ella. Para poder darle a tu cabello el cuidado adecuado es necesario conocer su naturaleza y sus necesidades. Existen 3 tipos de cuero cabelludo: seco, normal y graso (que suelen coincidir con el tipo de piel), y sus 3 consecuentes tipos de cabello. El cabello mixto no es un tipo de cabello: si tienes el cuero cabelludo graso y las puntas secas, simplemente están estropeadas por todo lo que les has echado encima.


La sociedad de consumo se encarga a diario de crear necesidades donde no las hay. Moren@s que quieren ser rubi@s, cabelleras rizadas que pasan a diario por la plancha... Al fin y al cabo si tod@s estuviéramos satisfech@s con la naturaleza de nuestro cabello (y cuerpo) los ingresos de la industria cosmética no serían ni de lejos los mismos. La única manera de conseguir estos cambios radicales es con tratamientos, productos y aparatos muy agresivos que alteran la fibra capilar dejándola tocada e irrecuperable. Existen maneras ecológicas e inocuas de rizar, alisar u ondular el cabello, coloraciones naturales con las que puedes oscurecer tu tinte o añadirle reflejos, pero sus efectos son siempre mucho más modestos que los que te puede ofrecer el salón de peluquería. Olvídate de cambiar radicalmente tu cabello y cambia radicalmente tu actitud: tu cuerpo es bello tal y como es, potencia su belleza en lugar de combatirla.




       
  1. Nada de aparatos calientes.



La plancha, el secador y demás aparatos similares someten la fibra capilar a temperaturas muy elevadas. Las planchas  o tenacillas para alisar el cabello, por ejemplo, funcionan a una temperatura de 180ºC a 200ºC. La protección que los protectores térmicos pueden aportarte frente a una temperatura de 200ºC, es ínfima: el termoprotector forma una película que limita el frotamiento de las placas contra el pelo, pero no lo protege de las altas temperaturas a las que las placas lo someten. Si los termoprotectores fuesen realmente efectivos y aislasen el cabello térmicamente, la plancha no serviría de nada, pues es precisamente sometiendo el cabello a altas temperaturas que consigue alisarlo. Si por lo que sea no puedes dejarte secar el pelo al viento, no te lo laves antes de salir de casa.




  1. Nada de productos tóxicos.

Los productos cosméticos convencionales están llenos de porquerías baratas (muy baratas, por muy caro que te haya costado a ti el producto) tóxicas para tu cuerpo y para el entorno. Algunos de ellos pueden parecer muy efectivos, mucho más que los productos ecológicos, gracias a su alto contenido en siliconas que “maquillan” la fibra capilar proporcionando una falsa sensación de pelo hidratado. Pero no es más que un efecto óptico: la silicona es oclusiva, no deja penetrar el agua en el cabello y además no es hidrosoluble, por lo que resulta muy difícil de retirar por completo. Sus engañosos efectos son como los del maquillaje: desaparecen con el siguiente lavado dejando tu cabello más deshidratado. Todos los productos autodenominados “reparadores” a base de siliconas (prácticamente todos los que encontraras en supermercados, perfumerías o peluquerías) son una estafa: no solo no reparan, sino que estropean. La fibra capilar es materia muerta y cuando está realmente estropeada no hay ninguna manera de regenerarla, la única solución es cortar. Ningún producto del mercado puede reparar las puntas abiertas y los que aseguran hacerlo mienten.



¡Pásate al lado verde!




 

La transición 




Si decides pasarte al lado verde y te deshaces de todos tus cosméticos tóxicos, no esperes milagros. En cuanto empiece a liberarse de toda la silicona acumulada, tu cabello empezará a mostrar su verdadera cara. La fase de transición varia mucho dependiendo de cada persona: cuanto más hayas “maquillado” tu pelo más grande será el susto. Lo mejor para pasar lo más rápido posible la fase de transición, es ayudar a tu cabello a deshacerse de las siliconas, quats y otros agentes oclusivos acumulados en su superficie con mascarillas a base de arcilla blanca o leche de coco. Una vez tu cabello esté “desnudo” y libre de porquerías, será mucho más receptivo a tus nuevos productos ecológicos y en cuanto te acostumbres a tu nueva rutina no volverás a echar de menos a las siliconas.



 

Una rutina para el cabello sana, ecológica y económica




Cepillar y peinar




Cepillarse el cabello a diario es sumamente beneficioso para estimular la circulación de la sangre en el cuero cabelludo y para eliminar impurezas. Se recomienda hacerlo al menos 2 veces al día: al levantarse y antes de acostarse. No obstante, utilizar un cepillo no adecuado puede ser contraproducente. Los cepillos con cerdas de plástico y sobre todo los cepillos con cerda de metal son muy poco aconsejables para cepillarse el pelo: lo rompen y multiplican su caída.



Los mejores cepillos son los cepillos de cerdas naturales (cerdas de jabalí), las cerdas están constituidas de keratina, es decir la misma materia que nuestro cabello por lo que tienen una excelente afinidad con él. Estos cepillos son ideales para los cabellos finos, lisos u ondulados, sin embargo si tu cabello es rizado o muy espeso, puede que un cepillo con cerdas de madera sea la mejor opción para no perder definición. El cepillo de madera también es una alternativa para quienes no quieran utilizar materia animal.



Los cepillos, en cambio, no son en absoluto recomendables para desenredar el cabello al salir de la ducha. Para ello emplearemos un peine adaptado a nuestro tipo de cabello. Los peines de plástico, como los cepillos, no tienen demasiada afinidad con nuestra fibra capilar. Sin embargo resultan ser los más prácticos para desenredar el cabello en la ducha, tras aplicar el acondicionador, puesto que resisten al agua y a los productos capilares. Para terminar el desenredado al salir de la ducha el más recomendado es peine de cuerno, constituido de keratina y por lo tanto el más afín a la fibra capilar. El grosor de las púas del peine debe ir acorde con el de vuestro cabello: a cabello fino, púas estrechas y juntas; a cabello espeso, púas anchas y separadas. La alternativa al peine de cuerno para quienes no deseen utilizar materia animal es el peine de madera.




Lavar, desenredar y aclarar




El cabello no debe lavarse muy a menudo para no agredir el cuero cabelludo, con un par de veces por semana es más que suficiente. Si tu cuero cabelludo es muy graso puedes utilizar un champú seco entre dos lavados para retirar el exceso de sebo de las raíces. En esta entrada encontrarás una receta sencilla y económica de champú seco ecológico.



Escoger un buen champú suave y respetuoso con el cuero cabelludo es esencial, y solo los champús ecológicos te ofrecen esta garantía. Los champús bio no son necesariamente más caros que los champús convencionales, algunos resultan incluso más económicos. Yo utilizo el champú suave familiar para cabellos normales de Helvetia Natura adquirido por 10€ el litro y el champú volumizador de romero de Avalon Organics adquirido por 4€70 los 325 ml. En iherb podrás encontrar los champús de excelente calidad de Avalon Organics, Desert Essence o Peter Rabbit Organics a precios muy accesibles y con mi cupón de descuento los gastos de envío te saldrán gratis: CGZ524



Existen alternativas aún más naturales para lavarse el cabello, como son el jabón de Alepo, utilizado como champú solido o los polvos de sidr, shikakai o rhassoul. Estos últimos deben mezclarse con agua tibia para conseguir una pasta que se aplica durante 10 minutos sobre el cabello antes de masajear el cuero cabelludo y pasar al aclarado. El resultado es tan satisfaciente como el de un champú, pero resulta bastante menos práctico de utilizar.



Tras el lavado, para desenredar los cabellos con suavidad y evitar al máximo que se rompan o caigan es más que recomendable utilizar un acondicionador ecológico: el cabello mojado es mucho más frágil que seco. Por el momento las mejores composiciones que he encontrado a precio reducido son las de Avalon Organics, disponibles también en iherb. Lo cierto es que encontrar un acondicionador con una composición impecable es mucho más complicado que con los champús. Una buena opción puede ser fabricarlo tú mism@, así que próximamente publicaré una sencilla receta de un acondicionador casero ecológico que he utilizado algunas veces con bastante buen resultado.



Finalmente, para dar el toque final al lavado, equilibrar el PH del cuero cabelludo, aportar brillo al cabello y neutralizar el agua calcárea, os propongo una estupenda agua de aclarado a base de agua fría (o tibia en invierno), vinagre de sidra y unas gotitas de aceite esencial (yo utilizo el de pomelo). El procedimiento es muy sencillo, llenáis una botella de plástico con un litro de agua fría, le echáis 3 cucharadas de vinagre de sidra bio y unas gotitas de aceite esencial que neutralizarán el olor del vinagre.



Hidratar a diario




Para hidratar el cabello a diario, disciplinarlo, definir las ondulaciones o los rizos y evitar el encrespamiento os propongo una sencilla receta de espray hidratante ecológico muy versátil; no apelmaza y es ideal para todo tipo de cabellos:



70ml de agua floral + 20ml de gel de aloe vera + 10ml de glicerina vegetal. También puedes añadirle unas gotitas de aceite esencial por las propiedades y el aroma: las aguas florales huelen muy bien pero el olor es muy dulce y suave. Es mejor utilizar un gel aloe vera puro que contenga algún conservante seguro (como potassium sorbate, sodium benzoate o benzyl alcohol). Si ninguno de los productos que utilizas lleva incorporado alguno de estos conservadores, puedes añadirlo tú o simplemente reducir las cantidades y guardar el espray en el frigorífico, donde se conservará unos días. También puedes prescindir del aloe vera y fabricar un espray con agua floral y glicerina vegetal que no requerirá conservador.





Nutrir e hidratar en profundidad y purificar: las mascarillas capilares




Las mascarillas se aplican para hidratar y nutrir el cabello una vez por semana, no más. Demasiadas mascarillas pueden saturar tu fibra capilar y producir un efecto contrario al deseado. A diferencia de las mascarillas comerciales a base de siliconas, que no penetran la fibra capilar, estas mascarillas se aplican antes del lavado y deben dejarse actuar durante unos 30 minutos mínimo para que tu cabello pueda absorberlas por completo. Después se retiran fácilmente con un par de enjabonados + aclarado.



Aquí os dejo algunas ideas de mascarillas (podéis modificar las cantidades en función de vuestra masa capilar)



Mascarilla fortificante para cabellos normales (mi favorita): una buena base de leche de coco + 1 cucharada de miel +1 cucharadita de aceite de coco + 1 cucharadita de aceite de ricino + 2 o 3 cucharadas de kapoor kachli. Opcional: unas gotitas de aceite esencial de ylang-ylang y/o bergamota. Tiempo de actuación: desde 30 minutos hasta toda la noche.



Mascarilla fortificante sencilla: base de leche de coco + 1 cucharadita de aceite de ricino. Tiempo de actuación: desde 30 minutos hasta toda la noche.



Mascarilla para cabellos grasos: agua, arcilla blanca o rhassoul + 1 cucharada de miel + 1 cucharadita de aceite de avellana o de jojoba (seboreguladores), Unas gotitas de alguno de estos aceites esenciales: lavanda, tea-tree, romero, bergamota, limón, pomelo. Tiempo de actuación: 30 minutos.



Mascarilla para cabellos secos: 1 yogur + 1 cucharada de miel + 1 cucharada de aceite de coco y/o 1 cucharada de manteca de karité. Opcional: unas gotitas de aceite esencial de ylang-ylang. Tiempo de actuación: desde 30 minutos.



También puedes idear tus propias mascarillas, combinando diferentes ingredientes ecológicos en función de las necesidades de tu cabello. En esta entrada encontrarás las propiedades de cada uno de ellos, para que puedas ir combinándolos a tu antojo.